El 28 de noviembre la Fundación Consulado del Mar de Burgos ha presentado en la sala beato Valentín Palencia del claustro bajo de la Catedral de Burgos la exposición temporal, «Pintar sin miedo. Sorolla y la Valencia de 1900». Se trata de un proyecto que da continuidad a los grandes proyectos culturales organizados con motivo de la celebración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos, bajo su finalidad de posicionar a Burgos como una gran parada cultural a nivel tanto nacional como internacional, fruto de la apuesta firme de la Cámara de Comercio de Industria y Servicios de Burgos.
La exposición es fruto del comisariado científico de Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes de Valencia, quien ha analizado el contexto artístico de la ciudad natal del pintor de la luz en un momento, la España de Entresiglos, cuando vivió un gran florecimiento. Su seña de identidad fue el realismo así como el influjo de nuevos movimiento como el impresionismo francés. La figura que mejor supo sintetizar todas estas tendencias de una manera totalmente propia fue Joaquín Sorolla Bastida, el artista más reconocido de toda la generación.
El Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla han colaborado con el préstamo de cuatro obras del genial valenciano, complementándose el discurso con la pintura de coetáneos tales como Joaquín Agrasot, Antonio Fillol o José Mongrell, entre otros, quienes protagonizaron la renovación de la pintura valenciana al tiempo que construyeron una imagen idílica de su ciudad.