Con motivo de la celebración del Centenario del fallecimiento de Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia, 1863 – Cercedilla, 1923), el Museo Nacional de Escultura, el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla presentan «Viajar para pintar. Sorolla y la escultura pintada». Una exposición que explora la relación del pintor valenciano con la escultura, a partir de los viajes que realizó a varias ciudades castellanas entre 1902 y 1910. En todos ellos el artista pudo contemplar y recoger con sus pinceles la riqueza escultórica presente en esos lugares.
La muestra se enmarca dentro del ciclo Viajar para pintar, un proyecto expositivo que profundiza en la voluntad de Sorolla de plasmar en el lienzo sus múltiples viajes por España y que ya ha contado con otras ediciones en Madrid, Toledo, La Coruña o San Sebastián.
En esta ocasión, el Museo Nacional de Escultura presenta una cuidada selección de pinturas, esculturas y reproducciones artísticas pertenecientes a las colecciones del Museo Sorolla, de la Fundación Museo Sorolla y del propio museo vallisoletano. De esta forma, Viajar para pintar. Sorolla y la escultura pintada ofrece una faceta diferente de la obra del pintor, donde toman protagonismo las portadas de las grandes catedrales castellanas y las fachadas e interiores de palacios e iglesias.