El viernes 20 de octubre se inauguró en la sala de exposiciones temporales de la Casa Museo Benlliure La València de Joaquín Sorolla, comisariada por Mª Isabel Justo Fernández. Con esta muestra el Ayuntamiento de Valencia se suma a la celebración del I Centenario de la muerte del genial pintor valenciano.
La exposición, organizada en colaboración con el Museo Sorolla de Madrid, plantea a través de una cuidada selección de más de cincuenta obras, entre cuadros, notas de color y dibujos, un recorrido por los espacios más emblemáticos y característicos de la Valencia en torno a 1900. Rincones, arquitecturas y paisajes de una ciudad en plena transformación hacia la modernidad, algunos de ellos hoy desaparecidos, que fueron escrutados por la atenta mirada del pintor de la luz y perpetuados para la posteridad a través de sus lápices y pinceles.
La Lonja de València, la torre del Micalet, el Pouet de Sant Vicent o el puente del Real, acompañan a numerosas imágenes del puerto de València, la Albufera y los jardines de la Malvarrosa o el Cabañal en un recorrido visual por la Valencia de 1900.
Como dice la comisaria de la muestra, Mª Isabel Justo Fernández, “la relación de Joaquín Sorolla con su ciudad natal fue la propia de un emigrante. Por sus cartas conocemos la constante sensación de desarraigo y el sentimiento apasionado y sin medida con el que seguía el devenir de Valencia. Pese a sus constantes visitas, a menudo observaba las novedades desde la distancia y es probable que se diera cuenta con dolor de que todo continuaba sin él, muchas veces para sorprenderle, pero no siempre a su gusto. Una relación de amor filial, en suma, con todas sus consecuencias».
En esta exposición se dan cita dos evoluciones paralelas: la de la capital del
Turia en el cambio de siglo XIX al XX y la de la trayectoria artística de Joaquín Sorolla.
Dicho de otra manera, es una muestra que exhibe muchas de las obras en las que Sorolla dejó fijada la imagen de su ciudad natal a lo largo de su carrera. El público valenciano podrá reflexionar sobre el patrimonio simbólico que Sorolla le legó, y de cómo éste se ha integrado en la identidad de nuestra sociedad.
Una exposición íntima y personal presentada en un espacio que el pintor conocía bien: la casa de su fraternal amigo y colega José Benlliure. Un marco evocador y apropiado que sin duda enriquecerá más la experiencia de quienes se acerquen a la exposición durante los próximos meses.
La muestra se podrá contemplar en la sala de exposiciones temporales de la Casa Museo Benlliure del 20 de octubre de 2023 al 3 de febrero de 2024.