El 15 de noviembre de 2024 se ha inaugurado la exposición «Sorolla en Andalucía» en el Museo Carmen Thyssen de Málaga. La muestra está comisariada por Enrique Varela Agüí, director del Museo Sorolla, y se ha instalado en la Sala ‘Fin de Siglo’ de la Colección Permanente del Museo Carmen Thyssen de Málaga.
Para ello, se han seleccionado catorce obras de Joaquín Sorolla procedentes del Museo Sorolla, la Fundación Museo Sorolla y la propia Colección Permanente del Museo Carmen Thyssen. Es el primer proyecto de exhibición dentro de esta sala, que permite además el diálogo con las obras coetáneas allí expuestas, algunas del propio Sorolla aunque de otra temática, y otras firmadas por autores de esta transición del siglo XIX al XX, como Darío de Regoyos, Ramón Casas, Francisco Iturrino o Julio Romero de Torres.
El comisario de la exposición, Enrique Varela, subraya que “con «Sorolla en Andalucía» se materializa un feliz diálogo entre las obras de la colección del Museo Sorolla y las de la propia Colección Permanente de este Museo. La fascinación de Sorolla por Andalucía quedó reflejada en un importantísimo número de obras inconfundibles que reflejan sus paisajes, sus monumentos, sus gentes y costumbres”. Se trata de la segunda ocasión en la que Enrique Varela comisaria una muestra en este museo, tras la exposición «Sorolla en Jávea», que se pudo ver en la Sala Noble entre octubre de 2021 y enero de 2022.
Las obras seleccionadas proponen un recorrido por Andalucía a través de imágenes cargadas de luz y color, nacidas de la fascinación del artista por los paisajes, monumentos y gentes de una tierra que visitó y en la que pintó en numerosas ocasiones a lo largo de su exitosa carrera. Las catorce pinturas de la exposición ejemplifican las impresiones captadas en el lienzo por Sorolla en sus viajes por Andalucía, que se repitieron con frecuencia entre 1902 y 1919. Así, aparecen representadas en las obras escogidas Málaga, Granada, Sevilla, Córdoba y Jerez, en las que un Sorolla en plenitud juega con la luz del sur y sus intensos colores en la representación de La Caleta malagueña, la Alhambra y la Sierra Nevada granadinas, la mezquita cordobesa, los bailes y procesiones sevillanos y la vendimia jerezana.
Sorolla en Andalucía se impregna de todo cuando ve y lo pinta todo. Siempre desde su inconfundible y magistral estilo donde la luz ocupa un lugar primordial. Pero el impacto de Andalucía en la personalidad del artista no solo quedó memorablemente reflejado en su pintura. También lo visto, lo vivido y lo representado por Sorolla durante esos continuos viajes por ciudades, pueblos y comarcas andaluzas enriqueció el gusto personal del artista y, en cierta medida, envolvió su existencia.
Así, en su propia residencia de Madrid —que el pintor se estaba construyendo en los mismos años en los que viajaba al sur— la presencia de Andalucía se manifestó de una manera muy personal y evidente. Desde la configuración de los jardines de su casa, que diseñó con clarísimas influencias de los jardines palatinos sevillanos y granadinos (Reales Alcázares, Alhambra y Generalife), pasando por toda una panoplia de referencias estéticas y por el coleccionismo de objetos arqueológicos, botánicos, etnográficos y artísticos procedentes del sur de España, que Sorolla atesoró con esmerada pasión y que embellecieron y acompañaron su existencia a lo largo de los últimos años de su vida en su residencia madrileña.